Rey del Pop en una actuación inolvidable en Canarias ''
'' Tenías que estar en Santa Cruz de Tenerife para sentir el impacto de la visita de Michael Jackson a la isla. En Tenerife y Canarias "habrá un antes y un después de Michael Jackson siempre que hablemos de espectáculos musicales", escribió el crítico José Antonio Pérez en un artículo publicado ayer por El Diario de Avisos en sus páginas de Opinión. Y aunque todo es relativo, tenías que estar ahí.
La realidad es que 50.000 personas presenciaron la leyenda del pop en el escenario. Ese 26 de septiembre de 1993, el clima era inestable durante todo el día y al comienzo del espectáculo, con nubes tan negras que hacían que el ambiente fuera algo fantasmal.
A las 22:15 h., Tocaron los primeros compases de Carmina Burana, la obra de Carl Orff que Jackson decidió contar en su show Dangerous Tour. Un poco más tarde, ni los prismáticos ni las pantallas de video yacían. Fue el propio Michael Jackson en Tenerife. Apareció con un gran salto debajo del escenario con una lluvia de fuegos artificiales. Estático, inmóvil, se quitó las gafas y empezó con Jam, la canción que abre su disco Dangerous. Después de eso, continuó con Startin 'Something, del álbum Thriller; entre cada canción, oscuridad, tiempo de espera y expectativa '
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