Así que le dije lo que estaba haciendo, lo que las películas que había visto, cómo era la escuela, cómo John y yo habíamos estado mirando escaparates para mi estéreo - cosas que me refiero a nadie. Le dije que estaba escuchando sus álbumes. Me gustó "Man In The Mirror" mejor. Michael no es escamoso o raro, como se lee en los periódicos que se pueden comprar en el supermercado. Es muy tranquilo y hablaba suave. A veces toma un tiempo para decir las cosas. Para mí era un buen amigo nuevo.
“La próxima vez que estés en LA, estaremos juntos y pasaremos un buen rato”, me dijo. Bueno, yo no podía esperar. El día que nos íbamos a pasar el día con Michael, una limusina recogió a mamá, Andrea, Heather, y a mí en nuestro hotel. Después subimos, nos dijeron que no podíamos tener cualquier cámara con nosotros, porque no se nos permitía tomar fotos. Unas tres horas más tarde, alrededor de las diez de la mañana, nos dirigimos a la entrada de Neverland, el rancho de Michael. Michael llevaba un pantalón negro y una chaqueta de color rojo y negro y un sombrero negro. Siempre lleva mis colores favoritos. Él nos mostró alrededor de la casa principal. Al igual que yo, su sueño es tener hijos, así que la casa tenía una habitación para un niño y otro para una niña, además de una sala de juegos con todo tipo de juguetes y artesanías incluso una miniatura merrygo todo el año.
En el almuerzo pollo con maíz, y pay de calabaza, nos encontramos con los monos de Michael. bubbles no estaba allí, pero los demás llevaban pañales y camisetas en diferentes colores. Ellos tienen sus propias niñeras, y van a la escuela todos los días para aprender modales. Sus modales eran bastantes buenos! jugaron con nuestros cordones de los zapatos mientras comíamos. De vez en cuando Michael les daba de comer una golosina. Nunca quise despedirme de ellos. Me sentí muy a gusto con Michael porque pude ver que era tan tímido como yo. Parecía una persona normal para mí. Me resultaba difícil relajarme con él.
En el almuerzo había zumo y Pepsi. Mamá le preguntó si había alguna Coca-Cola. Entonces se acordó de Pepsi Michael comercial. Ella realmente creía que lo había quemado. Michael sonrió. Él sabía lo que estaba pensando. Dijo que mamá era igual que su madre. Así que mamá tuvo el valor suficiente para hacer una pregunta tipo: “Michael”, dijo, “Es cierto que duermes en un tanque de oxígeno?” Eso es algo que los tabloides han dicho sobre él.
Michael se echó a reír. “Ahora Jeanne,” él dijo, “¿Sabes todo lo que se ha escrito sobre usted y Ryan?”
“Oh Dios mío”, dijo mi mamá. “Yo entiendo!”
Después del almuerzo... Michael me preguntó si me gustaría viajar alrededor de la parte de la hacienda en su fourwheeler. “¡Sí!”, Le dije. Andrea iba a jugar en su cama elástica, y Heather y mamá íbamos a ver su jacuzzi al aire libre que tenía una pantalla de video en un lado. Michael y yo salimos por caminos de tierra del rancho. Yo estaba al volante y él iba en la parte trasera. Me quité y Michael gritó: “¡Más despacio, Ryan!” Después de que habíamos ido a pocas millas, me preguntó si podía encontrar el camino de regreso a la casa.
“Claro”, le dije. Hice una lista de algunos puntos de referencia. “¡Bien por ti!”, Dijo Michael. “¡Pero ahora déjame conducir!”
Cuando nos pusimos al día con mamá y las chicas se estaba haciendo tarde. Había pizza casera para la cena, y luego llegó el momento para nosotros para conducir a Los Ángeles, le dije a Michael que yo realmente, realmente quería una foto de nosotros juntos. Así que envió a alguien para que trajera una cámara Polaroid, y se fue con nosotros a la entrada del rancho. Mamá tIene algunas tomas buenas, y luego nos despedimos. Mientras la limusina se dirigió a la carretera, Heather se cubrió la cara con las manos, se sacudió el pelo hacia atrás y hacia adelante, y se echó a reír y reír y reír. “Simplemente no lo puedo creer! Simplemente no lo puedo creer”, exclamó ella. “Pasamos el día con Michael Jackson. No puedo creer que nos encontramos con Michael Jackson.”
En los días malos me tuve que confiar en el teléfono para la vida social. Michael llamó para decir que estaba ocupado trabajando en un álbum. “Tenemos que reunirnos y divertirme de nuevo”, dijo Michael. Quería saber si podía volver al rancho después de Navidad. Bueno, cuando Michael le invita, no digas quizá. El Dr. Kleiman sabía que quería seguir adelante, y que los viajes a California me mantenian en marcha. Que podía contar con él para conseguirme en ese avión. Así que le dije a Michael: “Puedes apostar por ello.”
El coche se tardaba unas tres horas. La limusina me dejó en Bungalow tres para el resto. Michael dijo: “Nos vemos a las siete.” Esa fue la hora de cenar. Yo estaba preocupado. El estómago me dolía y estaba teniendo calambres. Llamé a mamá. “No debería haber venido”, le dije. “Yo no quiero estar enfermo aquí con Michael.”
“Bueno, no he comido en mucho tiempo”, señalé a mamá. Normalmente necesitaba por lo menos un bocado cada par de horas más o menos. Ella dijo: “¿Por qué no te das cuenta cómo se siente después de la cena?” Tomé una siesta y subió a la casa principal para la cena: pollo, costillas a la cerveza y papas al horno. Entonces Michael y yo fuimos a su teatro privado y vimos dos horas y media de repeticiones de los Three Stooges. Comimos palomitas de maíz de la máquina propia del teatro, y había pizza de la casa. Me sentí mucho mejor y tenía un gran momento. Ahora se alegraba de que yo hubiera llegado. “Me gusta tu chaqueta,” Michael me dijo, “pero yo quiero que tengas uno más pesado.” Así que los dos nos fuimos a un pueblo cercano en Bentley... La mejor parte era que el hombre de la tienda no podía creer que era Michael y su tarjeta de crédito era de verdad, Michael le dio el número de la finca, y él se llamó para limpiar la tarjeta y la comprobación minuciosa que Michael era quién él dijo que él era.
Yo era muy feliz que la cena fuera tacos. Después mostré un vídeo a Michael que Mamá, Andrea, y yo habíamos hecho para él de nuestra casa entera, cada espacio, cada cartel y decoración que tenemos sobre las paredes... “Cuando usted venga para visitarnos ahora, usted sabrá su camino alrededor de nuestra casa.” le dije...En la noche vimos la nueva película de Indiana Jones, la última cruzada. ¡Qué suerte puedes conseguir, pensé. Las líneas eran demasiado largas para entrar en la casa, pero estaba recibiendo un pase privado. Al día siguiente, Michael tuvo reuniones de trabajo. Cuando Michael estaba libre, nos fuimos a la ciudad a recoger algunos regalos para la mamá y Andrea. Tengo una gran Santa grande, y esas cosas de magia para Andrea. En la cena en la víspera de Año Nuevo, Michael me dio un reloj maravilloso. Tenía campanadas cada hora con una alarma incorporada. Indicaba el día de la semana, la fecha, el mes y el año.
“Gracias”, le dije.
“Tengo que salir mañana temprano”, dijo Michael.
“Lo siento, yo no estaré aquí. Y también siento que no tengo la foto autografiada que querías. Pero voy a enviártela a ti. "Cuando nos abrazamos y nos dijimos adiós, Michael dijo: "Nunca te rindas. Hazlo por mí. “El día de Año Nuevo: mi último día en el rancho. Jugué con Max, uno de los monos mascota de Michael. Me alegré de volver a verlo, y se alegró de ver a mis zapatos. Me fruncí por un beso, y Max me dio uno grande. Llamé a mamá para decirle que estaba en mi camino a casa.
“Michael me dijo que hay una gran caja en la entrada del rancho para que me lo lleve a casa”, le dije. “Me está volviendo loco. ¿Qué crees que es? Fue todo un sistema nuevo equipo de música y el cambiador de discos. Unos días después recibí una foto de Michael firmada "Para Ryan." Estaba vestida de rojo, negro y blanco. ¡Gracias, Michael!”
Para la próxima semana Ryan permaneció inconsciente, en estado crítico en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Riley. Dr. Kleiman dijo a Jeanne que estaba seguro de que Ryan ya no sentía dolor. Pero posibilidades de recuperarse eran sólo el 10%, Cuando Michael Jackson llamó, él tenía solo dos minutos para hablar. "Ryan", Elton John dijo, "no puedes rechazar a una superestrella como él. Estoy grado B en comparación con Michael. "Sostuvo el teléfono a la oreja de Ryan para que Michael pudiera animarlo.
Hacia la una de la mañana del domingo, Michael Jackson volvió a llamar desde Atlantic City. Cuando Jeanne le dijo que ya no esperaba que siguiera viviendo, Michael declaró que estaba volando a Indianápolis de inmediato. Ryan... se está muriendo. “Me siento muy mal”, dijo.
Acerca de 1 a.m. del el domingo, Jeanne toma una llamada a la cabecera de Ryan con un amigo desde hace mucho tiempo de la familia Jackson. Michael quiere venir ese minuto. Él está en Atlantic City.
“¿Cuánto tiempo le toma llegar a Michael?”, Le pregunta ella. Jeanne mira a una enfermera
“¿Dos horas?”, Pregunta a la enfermera a lo que ella le negó con la cabeza
“Michael, no vengas, cariño. No se espera Ryan dure más de dos horas. Sabemos lo mucho que lo amas.” Jackson dijo que iba a estar allí en la mañana.
Tan pronto Michael Jackson llegó, se fue directamente a la casa de los White en Cícero. Estaba muy molesto que no había llegado allí antes de que Ryan muriera. Se dirigió a la habitación de Ryan, que estaba lleno de sus colecciones, carteles y souvenirs, incluyendo la silla de su director desde el set de filmación. En el armario estaba la chaqueta de cuero pesado nuevo que Michael había querido que se pusiera. Michael se sentó en silencio mirando todo por mucho tiempo. Jeanne le ofreció lo que quisiera de allí como un recuerdo, pero él le pidió que dejara el espacio de Ryan a como estaba.
En el patio delantero de los White estaba el Mustang rojo que Michael le había dado. Ahora estaba cubierto de flores y huevos de Pascua, regalos de los niños. Andrea fue con Michael a que le mostrara el coche y se sentaron juntos. Cuando Michael tocó el reproductor de CD, empezó la canción favorita de Ryan, "Man In The Mirror". Michael sonrió con orgullo. Sabía que debía de ser la última canción Ryan había escuchado.
Ryan murió a las 7:11 A.M. el 8 de abril de 1990. Era Domingo de Ramos.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.